domingo, 8 de noviembre de 2015


Enseñanza tradicional versus enseñanza por competencias
 
 
  
Las sociedades occidentales han sostenido cambios en las últimas décadas, debido a  una transformación muy rápida como resultado del cambio producido por la incorporación de las tecnologías a todos los ámbitos de la vida personal y social.
En lo que se refiere al ámbito educativo, ante estos cambios pierden sentido tanto unos currículos escolares estáticos y cerrados como un enfoque disciplinar de los mismos en saberes compartimentados, ya que los problemas que la realidad plantea son globales y transversales. Queda también obsoleta una educación basada en la mera acumulación de conocimientos, pues ha llegado el momento de aprender haciendo y experimentando.
La enseñanza por competencias requiere partir de un aprendizaje situado en el que la persona ha de realizar unas tareas concretas en un contexto determinado con el fin de adquirir, a través de ellas, unas competencias básicas para su desarrollo personal a lo largo de la vida.
Uno de los problemas de la enseñanza tradicional radica en que, dada la relevancia que se ha concedido al contenido, se ha fomentado demasiado a menudo un aprendizaje memorístico de conocimientos, el cual no implica necesariamente que el aprendiz sea capaz de aplicarlos a la vida real. Frente a esto, el aprendizaje por competencias se centra en dos pilares fundamentales: la significatividad y la funcionalidad de los aprendizajes.
Este nuevo enfoque de la enseñanza no olvida, en ningún caso, la importancia de los conocimientos, pero los aborda de manera interrelacionada, poniendo en juego al mismo tiempo conocimientos, destrezas, habilidades y valores.
 
                                                     Enseñanza Tradicional                        Enseñanza por Competencias    
¿Qué produce el aprendizaje?
El contenido de las disciplinas académicas.
Los procesos cognitivos y afectivos que se desencadenan en la resolución de una tarea.
¿Cómo se adquiere?
Aprendizaje abstracto, fuera de contexto.
Aprendizaje situado en un contexto determinado y ante unas tareas concretas.
¿Qué tipo de aprendizaje predomina?
Memorísticos de conocimientos.
Aprendizaje significativo y funcional cooperativo.
¿Cuál es la finalidad del aprendizaje?
Preparar para cursar estudios superiores.
Preparar para toda la vida.
¿Cuál es el papel del docente?
Transmisor de conocimientos
Guía y mediador de los procesos de aprendizaje.
¿Cómo es el centro de estudios?
Fragmentado, aislado.
Conectado en redes, interrelacionado con su entorno.
 
 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

En principio podremos decir que se trata de un conjunto de transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que parecen estar cambiando la base material de nuestra sociedad. Inmediatamente después percibimos que uno de los fenómenos más importantes relacionados con estos cambios es la presencia cada vez más protagónica de los medios masivos de comunicación electrónicos, audiovisuales y digitales, a través de los cuales circula de manera incontrolable la información.



Se trata de un concepto que nos permite hablar de una transformación socio tecnológica, puesto que todas las sociedades son "del conocimiento". Y en todas las sociedades históricamente conocidas, la información y el conocimiento han sido absolutamente decisivos: en el poder, en la riqueza, en la organización social, en la educación.

En este sentido, parece un poco confuso nombrarla solo ahora como "la sociedad del conocimiento". ¿Venimos de realidades sociales del desconocimiento? Eso sería pretender que hemos llegado a la cima del conocimiento. Por ello, debemos tomar el concepto "sociedad del conocimiento" desde un punto de vista menos literal –terminológicamente hablando–, como algo más general sobre lo que se conforma conceptualmente nuestra realidad.

Precisando un poco más, se trata de una sociedad en la que las condiciones del procesamiento de la información y la construcción de conocimiento han sido sustancialmente alteradas por transformaciones y procesos de cambio centrados en los diversos usos de las tecnologías de la información y la comunicación.

Procesamiento de la información + construcción del conocimiento

La tecnología no es determinante; la tecnología siempre se desarrolla en relación con contextos sociales, institucionales, económicos, culturales, educativos, etc. Pero lo distintivo de lo que está pasando en los últimos diez o quince años es que se trata de una transformación semejante a la que constituyó la sociedad industrial.

Cuando decimos industrial, no nos referimos simplemente a la máquina de vapor, primero, y a la electricidad, después, sino a las grandes transformaciones que tuvieron lugar en todos los procesos de la sociedad, de la política, de la guerra, de la economía, de la educación. Sin duda, en este período ocurrieron cambios en la capacidad de procesar y distribuir energía de forma ubicua en el conjunto de la actividad humana.

Contextos sociales, institucionales, económicos, culturales y educativos

Entonces, al hablar de sociedad del conocimiento —en otros casos, sociedad de la información— nos estamos refiriendo a las transformaciones que tienen, entre otras, dos expresiones concretas y fundamentales: una es internet y la otra es la ingeniería genética. Si bien internet no es una energía más, es realmente el equivalente a lo que fueron la máquina de vapor primero y luego el motor eléctrico en la sociedad industrial.


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jueves, 5 de noviembre de 2015

Rol del Estudiante

El Rol del Alumno en el Aula Educativa Actual

El porqué del comportamiento del alumno actual

            Para nadie es desconocido el hecho de que la relación profesor - alumno ya no es semejante a aquella que imperaba en el sistema educativo moderno, o por lo menos, no debería ser igual. Por ello, y si queremos brindar en nuestras escuelas una educación de alta calidad, debemos reconocer que el estudiante de hoy es diferente al de años atrás, y que por lo tanto, su rol en el proceso de enseñanza - aprendizaje ya no es el mismo.
            Tomemos la siguiente reflexión:
"el alumno ha de cambiar también su rol y buscar un rol activo en la construcción de su propio proceso de aprendizaje. Ya no sirve el alumno que se limita a asimilar información, sino que ha de ser crítico, indagador, reflexivo, investigador, creativo".
            Por lo tanto, la unidireccionalidad profesor - alumno en la entrega de conocimientos ya no es válida, puesto que ahora el alumno conoce y sabe lo mismo, o incluso más, que el propio profesor. En definitiva, el rol del alumno como ente pasivo en el proceso de enseñanza - aprendizaje ha mutado en que éste último colabore activamente en la ejecución de su propio aprendizaje.
            El alumno actual se caracteriza por ser interactivo, espontáneo, inquieto, resuelto, crítico, hábil en el uso de tecnologías y ávido de experiencias y sensaciones nuevas; por consiguiente, su rol en el aula ya no es el de un simple espectador ni el de un simple "comprador"   de un "producto" vendido por el profesor, sino al contrario, el estudiante actual  genera su propio conocimiento, sólo con la ayuda del profesor, aunando y relacionando productivamente el cúmulo de informaciones que posee, encauzando éstas en pro de su beneficio personal, es decir, creando un aprendizaje significativo para su vida y para su entorno social; en otras palabras, es el propio educando quien produce su aprendizaje y quien dirige, en definitiva, el proceso de enseñanza - aprendizaje.
El docente, en el aula actual, pierde protagonismo, pues ya no es el alumno quien está a su disposición, sino que ahora es él quien está sujeto a los intereses y características de estos nuevos educandos.
Sin lugar a dudas, el alumno descrito anteriormente es el que encontramos a diario en nuestras aulas, un alumno que muchas veces se nos torna difícil controlar y motivar, un estudiante que en reiteradas ocasiones nos sorprende con información que para nosotros es desconocida, un educando que nos maravilla con sus habilidades en el manejo de tecnologías. Y también, un alumno que no sabemos comprender porque ignoramos la procedencia de sus actitudes, la causa de su comportamiento y el origen de sus intereses.
Es por lo anterior, que es necesario conocer el porqué del comportamiento del alumno actual.
Andrew Darley, en su libro "La Cultura Visual - Digital", plantea lo siguiente:
"Se trata de una cultura que, en sus prácticas y expresiones, cada vez privilegia más la forma en detrimento del contenido, lo efímero y lo superficial en detrimento de la permanencia y la profundidad, y la imagen por la imagen en detrimento de la imagen como referente"
Por lo tanto, debemos comprender que el alumno con el que diariamente nos relacionamos ha nacido y se ha desarrollado en una sociedad distinta a la nuestra, una sociedad que es dirigida y que sólo subsiste gracias a la tecnología, por ello, la noción de vida que el alumno tiene, y por ende, la noción de aprendizaje que posee, no es igual a la de alumnos antiguos porque simplemente él forma parte de una generación diferente.
Nuestros alumnos han crecido bajo el alero del computador y su herramienta más poderosa: Internet. Esta idea, aunque parezca simple, es la que explica el comportamiento de nuestros alumnos, pues el ordenador e Internet han mutado la concepción de tiempo y espacio de nuestros alumnos, han traído hacia ellos el mundo entero sin el menor esfuerzo físico, han implantado la cultura de la imagen y han inculcado en ellos la mezcla de la palabra con la imagen y el sonido en el menor tiempo posible. Han desarrollado la valoración de la velocidad y el conocimiento de realidades múltiples (reales o virtuales). Además, nuestros alumnos están siendo continuamente "bombardeados" por cantidades impresionantes de información.
            Lo anterior, nos conduce a pensar que no podemos demandar de nuestros alumnos pasividad, estaticidad y monotonía, y menos solicitar de ellos atención en una clase sólo efectuada a través del texto de estudio, la pizarra y el plumón, y llevada a cabo en una concepción lineal del tiempo, pues ellos se han desarrollado en una cultura caótica, y por tanto, demandan también una educación compleja.
            Para comprender aún más esta última idea y para conocer más cabalmente el tipo de alumnos con el cual nos relacionamos, me gustaría citar a Patrick Slattery, que plantea lo siguiente:
"El currículo postmoderno fomenta el caos, la no racionalidad y zonas de incertidumbre, porque el orden complejo que existe en las salas de clases y en las personas humanas es el lugar donde el pensamiento crítico, la intuición reflexiva, la resolución de problemas globales florecerá" 
Lo anterior nos permite inferir que la Sociedad Postmoderna ha creado personas aptas para desenvolverse en el caos, para anular lo estructurado y aislado y anhelar lo complejo, lo ecléctico, lo veloz, las imágenes, la multiplicidad de realidades y la variabilidad. Por tanto, ¿nuestros alumnos estarán exentos de estas características si han nacido bajo esta concepción de vida? Evidentemente que no, por ello, nuestros alumnos son seres humanos capaces de aportar al mundo, aportar a su aprendizaje y al aprendizaje de los demás, son seres activos, con intereses e inquietudes propias, dignos de ser escuchados y dignos de ser considerados como parte activa en el proceso de enseñanza  - aprendizaje, cuya responsabilidad, de antaño, ha recaído sólo en los profesores.